
El rol de la ivabradina en el manejo de pacientes síntomaticos con Síndromes Coronario Crónico: Un enfoque clínicamente orientado
La angiografía coronaria realizada en 2012 mostró lesiones no obstructivas en la arteria coronaria descendente anterior izquierda (LAD) y la arteria coronaria derecha (CD) (flechas). Arteria coronaria circunfleja izquierda LCX

La angina contribuye significativamente a la discapacidad y al deterioro de la calidad de vida en pacientes con síndromes coronarios crónicos (SCC). Una frecuencia cardíaca (FC) elevada puede desencadenar isquemia miocárdica al aumentar el consumo de oxígeno y disminuir el tiempo diastólico, comprometiendo el flujo coronario. Las estrategias de reducción de la FC ofrecen control de los síntomas y previenen eventos cardiovasculares en subgrupos de pacientes con SCC. Sin embargo, el mejor enfoque terapéutico para lograr la FC deseada en pacientes con SCC puede ser un desafío en función de la eficacia y la tolerabilidad. Las guías suelen proponer betabloqueadores y/o bloqueadores de los canales de calcio (BCC) no dihidropiridínicos para pacientes con angina y FC elevada. No obstante, no hay evidencia clara de una mayor eficacia antianginosa de esta estrategia frente a un agente reductor de la FC alternativo. La ivabradina reduce la FC al bloquear la corriente If en el nódulo sinoauricular sin afectar la contractilidad miocárdica ni el tono vascular. La magnitud de la reducción de la FC por ivabradina es proporcional a la FC inicial, lo que disminuye el riesgo de bradicardia significativa. La ivabradina aumenta el tiempo diastólico y la reserva de flujo coronario en mayor medida que los betabloqueadores.
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