La Enfermedad Venosa Crónica (EVC), una enfermedad progresiva con una prevalencia creciente que debe ser tomada en serio.

La Enfermedad Venosa Crónica (EVC) es una afección prevalente que tiende a empeorar con la edad. Los pacientes inicialmente buscan tratamiento para aliviar los síntomas de dolor de pierna, incomodidad, pesadez e hinchazón, todo lo cual afecta su calidad de vida.

A medida que la enfermedad aumenta en gravedad para incluir varices, cambios en la piel y úlcera venosa, la demanda de tratamiento aumenta mientras que la calidad de vida disminuye aún más.

La prevalencia de la EVC es más alta en los países occidentales, donde ya consume hasta el 2% de los presupuestos de salud. Con el envejecimiento de la población mundial, se proyecta que las prevalencias de la EVC aumente sustancialmente, prediciendo aumentos insosteniblemente grandes en los recursos de atención médica y los costos necesarios para tratar a los pacientes con EVC en las próximas décadas.

Hay disponibles tratamientos venoactivos eficaces y procedimientos de la ablación que proporcionan alivio de síntomas, mejoran la calidad de vida, retrasan la progresión de la enfermedad, y promueven la curación de la úlcera. Además, los tratamientos con fármacos venoactivos pueden ser altamente rentables.

Sin embargo, hay evidencia de que el conocimiento médico de la EVC es subóptimo y que muchos pacientes con EVC no están siendo tratados o referidos a especialistas de acuerdo con las pautas establecidas. Para disminuir esta brecha de tratamiento y prevenir la progresión innecesaria de la enfermedad, las guías internacionales están disponibles para ayudar a los médicos a considerar las opciones de tratamiento de la EVC y referir a los pacientes cuando se justifique. Una mejor concienciatización de la enfermedad y un tratamiento temprano apropiado pueden ayudar a reducir la carga que supondrá la EVC.

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